Este documental es el que más me gustó de los nominados a los Oscars en 2014 y que pude ver. Aunque si lo pienso un momento eso no era tan difícil, ya que los otros iban de matanzas, guerras o revoluciones contra un poder opresor.
En Cutie and the boxer Zachary Heinzerling (un debutante en la dirección) nos cuenta la historia de un matrimonio de artistas que, aunque provienen de Japón, viven en Nueva York. Ushio Shinohara es un importante pintor y escultor que triunfó hace años pero que por problemas de alcoholismo su carrera se encuentra en decadencia. Por otro lado su esposa Noriko, mucho más joven que él, siempre se ha mantenido en la sombra, ha sido su aprendiz, ayudante y secretaria, pero no deja de luchar para avanzar en su carrera y distanciarse lo máximo que pueda de su marido para que su trabajo sea valorado.
Por eso creo que en esta historia de amor, de dos personas unidas por el arte, además de todos los matices que se van encontrando a lo largo del documental y en los que no entraré en detalle, destaca sobre todo, la transformación de Noriko, la esposa, que comienza siendo una sumisa y relegada a un segundo plano por el talento de su marido, avanza en una lucha constante por que su trabajo también sea reconocido y como termina siendo la autentica protagonista del film.
Además, pienso que a las personas relacionadas con el arte, no necesariamente con la pintura o la escultura, sabrán apreciar Cutie and the boxer, más que yo incluso. La pena es que no estrenen en cines estos films y si los documentales de guerras y matanzas…
